MANDOLINA


Recibí este instrumento con muchas rayas y peladuras en la tapa principal, trozos de incrustaciones faltantes, sin puente, peladuras en el diapasón, las capas de madera del cuerpo anterior despegadas, algunos trozos de madera podrida y otros ausentes en los bordes, clavijeros oxidados, marcas de uñas en los trastes y una pieza faltante que según pude investigar de acuerdo a algunas imágenes halladas en internet,  debía llevar la tapa superior.


















Una vez establecidos los daños y las posibles acciones para la restauración procedí al lijado, pegue de las partes de madera faltantes, resane, restauración de las incrustaciones y fabricación de las piezas faltantes (puente  y protector frontal).























Y finalmente se logro con tintilla para madera y barniz brillante el acabado adecuado para dar un toque de antigüedad al instrumento que fue recibido con mucho agrado por su dueño.








La labor del Luthier es por demás muy delicada ya que se debe tener conocimientos no solo de música, de los intrumentos en general, de acustica y de los oficios propios del carpintero y ebanista para poder garantizar que el trabajo no solo quede bonito y visualmente aceptable, sino que se garantice el sonido del instrumento en el que se esta efectuando la restauración.