AUTORETRATO
Nací en el Fresno –
Tolima una mañana de abril de 1979. Desde muy joven salí de mi querido pueblo
con una maleta (en realidad una caja de cartón) llena sueños y expectativas; con
la ilusión de ingresar al Conservatorio de música del Tolima dejé mi casa para
formarme como un músico concertista, pero la vida me tenía deparados muchos
otros caminos por recorrer. De mi aspecto físico diré que soy alto, delgado y
atlético por los años que he dedicado al entrenamiento en las artes marciales
de las que me enamore en los años 80 cuando en el cine de mi pueblo proyectaban
las películas de Bruce lee quien inmediatamente paso a convertirse en uno de
mis referentes a seguir.
De mi padre heredé además
de mi nariz aguileña, el cabello rebelde color castaño y los ojos cafés oscuro,
el amor por la música pues desde niño siempre le veía ejecutar su viejo tiple
en las noches campesinas a la luz de una vela. De mi madre heredé el color de
piel blanca, descendencia de mi abuelo que era español y llegó por estas
tierras hace más de cien años por el auge del café. Hoy día, ya casi llegando a
los 40 descubrí que también heredé de mi madre y mi abuelo las copiosas canas que
me están apareciendo como hilos de plata en mi inquieto cabello.

Siempre he sido muy serio
en muchos aspectos por lo que los que me conocen poco siempre me describen como
malgeniado, pero los que realmente me han analizado y han estado cerca de mi
saben que soy muy noble e incluso jovial. De mi experiencia como docente del
bello y exigente arte de la música he ganado la paciencia y la habilidad de
hacerme entender correctamente pues exige la pedagogía musical una adecuada
comunicación con el alumno para no frustrarlo en el aspecto técnico de la
interpretación instrumental, en especial en los primeros meses cuando el
estudiante tiende a desertar al carecer de la disciplina que exige el arte y
que he adquirido tras los años de estudio en varios instrumentos.
Mi amor por la lectura y
las letras me llevo a plasmar desde tempranos años de mi vida mis ideas y
vivencias que se fueron convirtiendo en poesía con la que me he dado a conocer
madurando ya dos producciones literarias. Y de ese trabajo también nació mi seudónimo
con el que me conocen en mi pueblo, en el país y fuera de él. Elijail Moro que
realmente es mi nombre ELI- Eliecer JAI- Jaime MORO- Moreno Ospina y el “IL”
que es un homenaje a mi escritor favorito GALIL GIBRAL de quien me encanto su
estilo poético cuando muy niño leí su libro “El profeta”.
Por razones de mi trabajo
siempre he estado viajando de una ciudad a otra y por eso a pesar de amar con
pasión mi música y haberla tenido presente en todos los momentos de mi vida, apenas
ahora puedo cursar una carrera profesional gracias al programa virtual que la
UNAD me presenta como una maravillosa oportunidad para poder consolidar
finalmente este sueño que me acompaña desde niño como un recuerdo vivo del amor
que mi padre me dejo por la música de mi tierra; como en las noches en que me
cantaba acompañado de su tiple hermosos bambucos y pasillos.
JAIME ELIECER MORENO OSPINA